Manos creadorAs
Silvia Álvarez
“Las mujeres siempre hemos tenido un papel en el arte, sin embargo son pocas las que han sido estudiadas, y en realidad comienzan a redescubrirse hasta el siglo XX” así inicia su charla con 30 Grados la pintora Inda Sáenz, quien recientemente estuvo en Puerto Vallarta para dar a conocer su exposición e investigación “Maestras, Discípulas y Alegorías”.
Para Inda la curiosidad se abrió cuando no obtuvo, por parte de sus mentores, ninguna información acerca de creadoras femeninas a lo largo de la historia, por lo cual se dió a la tarea de investigar su existencia. “Es así como vislumbro descubrimientos interesantes en el arte femenino, pero de hecho muchas de esas historias fueron tergiversadas a pesar del reconocimiento que en su momento tuvieron. Sus vidas parecían borradas detrás del mito del “Gran Creador Varón”, algunas incluso fueron consideradas moustros”. Tres años de investigación y reproducción de cuadros le llevó el completar su exposición.
Actualmente y donde quiera que estén las almas de Sofonisba Anguissola, Artemisa Gentileschi, Clara Peeters, Judith Leyster, Angélica Kauffman, Elisabeth Vigeé-Lebrun, Marie Baskirtseff, Ana Bilinska y Käthe Kollwitz entre varias otras creadoras pueden sentirse por fin reubicadas donde merecen gracias a la obra de Inda Sáenz quien reconoce en cada una de ellas, un estilo completamente diferente y a la vez cautivador.
Actualmente para esta menuda mujer, aún existe la discriminación de género en el ámbito del arte, “con solo ver el precio en el que se cotiza la obra de pintoras el cual en muchas ocasiones es hasta tres veces menor en comparación con el de sus colegas hombres” pero pese a ello el panorama no es negro para el feminismo artístico hoy día ya que cada vez hay mas representantes del mal llamado sexo débil beneficiadas con becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Con seguridad los moustros de la creación doncella esperan por fin ser despertados.
El libro de Inda Sáenz “Maestras, Discípulas y Alegorías” es distribuido por Difusión Cultural UNAM.
Silvia Álvarez
“Las mujeres siempre hemos tenido un papel en el arte, sin embargo son pocas las que han sido estudiadas, y en realidad comienzan a redescubrirse hasta el siglo XX” así inicia su charla con 30 Grados la pintora Inda Sáenz, quien recientemente estuvo en Puerto Vallarta para dar a conocer su exposición e investigación “Maestras, Discípulas y Alegorías”.
Para Inda la curiosidad se abrió cuando no obtuvo, por parte de sus mentores, ninguna información acerca de creadoras femeninas a lo largo de la historia, por lo cual se dió a la tarea de investigar su existencia. “Es así como vislumbro descubrimientos interesantes en el arte femenino, pero de hecho muchas de esas historias fueron tergiversadas a pesar del reconocimiento que en su momento tuvieron. Sus vidas parecían borradas detrás del mito del “Gran Creador Varón”, algunas incluso fueron consideradas moustros”. Tres años de investigación y reproducción de cuadros le llevó el completar su exposición.
Actualmente y donde quiera que estén las almas de Sofonisba Anguissola, Artemisa Gentileschi, Clara Peeters, Judith Leyster, Angélica Kauffman, Elisabeth Vigeé-Lebrun, Marie Baskirtseff, Ana Bilinska y Käthe Kollwitz entre varias otras creadoras pueden sentirse por fin reubicadas donde merecen gracias a la obra de Inda Sáenz quien reconoce en cada una de ellas, un estilo completamente diferente y a la vez cautivador.
Actualmente para esta menuda mujer, aún existe la discriminación de género en el ámbito del arte, “con solo ver el precio en el que se cotiza la obra de pintoras el cual en muchas ocasiones es hasta tres veces menor en comparación con el de sus colegas hombres” pero pese a ello el panorama no es negro para el feminismo artístico hoy día ya que cada vez hay mas representantes del mal llamado sexo débil beneficiadas con becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Con seguridad los moustros de la creación doncella esperan por fin ser despertados.
El libro de Inda Sáenz “Maestras, Discípulas y Alegorías” es distribuido por Difusión Cultural UNAM.