sábado, 7 de junio de 2008

Pequeño pero gran enemigo


Pequeño pero gran enemigo
del medio ambiente

Texto y foto: Silvia Álvarez
Cuando en 1789 el profesor de Medicina de la Universidad de Bolonia, Italia, Luis Galvani, realizó casualmente el descubrimiento que desembocaría luego en el diseño de las pilas, no se imaginó que llegarían a ser uno de los accesorios mas contaminantes de la humanidad actual.
Desafortunadamente en nuestro país no es práctica común el tener instalaciones especiales para recibir y reutilizar este tipo de artículos cuando se han convertido en desechos, por tal motivo muchas de esas pilas van a parar a basureros a cielo abierto donde terminan por soltar los ácidos y metales que las componen, los cuales se filtran hacia los mantos freáticos contaminando miles de litros de agua. Una sola pila alcalina puede contaminar 175.000 litros (más de lo que bebe una persona a lo largo de toda su vida); una de cinc-aire, 12 mil; una de óxido de plata 14 mil y una pila común puede contaminar hasta 3 mil litros de agua.
Los materiales con los cuales están fabricadas pueden provocar diversos daños a la salud:
El mercurio es un posible cancerígeno y es bioacumulable. Una alta exposición puede dañar el cerebro, los riñones y al feto, provocando retraso mental, en el andar o el habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones. Se acumula en los tejidos de peces.
El plomo puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo y no se degrada. Cuando se libera al aire puede ser transportado largas distancias antes de sedimentar. Se adhiere a partículas en el suelo y puede pasar a aguas subterráneas.
El litio es un neurotóxico y tóxico para el riñón. La intoxicación por litio produce fallas respiratorias, depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo. Daña al sistema nervioso, llegando a estado de coma e incluso la muerte. El litio puede lixiviarse fácilmente a los mantos acuíferos.
El cadmio es una sustancia cancerígena que si se respira a altos niveles produce graves lesiones en los pulmones e ingerirlo produce daños a los riñones. En dosis altas puede producir la muerte. Ingerir alimentos o tomar agua con cadmio irrita el estómago e induce vómitos y diarrea. El cadmio entra al aire y al agua de fuentes como vertederos y derrames de desechos domésticos y se puede viajar largas distancias.
El níquel tiene efectos sobre la piel. Respirar altas cantidades produce bronquitis crónica y cáncer del pulmón y de los senos nasales. Se libera a la atmósfera por incineradores de basura. En el aire, se adhiere a partículas de polvo que se depositan en el suelo.

A pesar de que en nuestro país no existen lugares específicos como centros de acopio, se pueden hacer varias acciones para evitar seguir con la contaminación por pilas:
Nunca tires las pilas o baterías a la basura, concéntralas en recipientes de vidrio y pide a las autoridades municipales o a los fabricantes de pilas la apertura de un centro de acopio. Escríbeles a algunas como: http://www.energizer.com/, http://www.amcham.com.mx/, http://www.sony.net/, etc.
Utiliza pilas recargables así como accesorios o aparatos compatibles con éstas.


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